miércoles, 26 de junio de 2013



COMENTARIO POLÍTICO AL CAP X

"La legalización de la droga"


1. Hacerse el de la vista gorda, “el inocente”, el que no sabe lo que está mal.

2. Justificarse ante lo que está mal, bajo el pretexto de que otros lo hacen.

3. Llamar norma-l a lo dañino, convertir en norma el mal.

Estas son las estrategias de autoengaño para no asumir responsabilidades y evadir la conciencia, la ley interiorizada, la censura; ante un interés “inconfesable” a sus ojos.

El asunto es que, quien así se engaña, lo engañan. El propio sujeto es el perfecto cómplice de los “abusadores”, de quienes atropellan los derechos y dignidad ajena y lejos de lograr lo deseado, terminan enredados en situaciones peligrosas de las que difícilmente podrán salir y defenderse.

Llama la atención, ahora que se discute la legalización de la droga, como políticos y gobernantes:

1.    Desestiman (se hacen de la vista gorda) las consecuencias en salud y seguridad, los efectos económicos y sociales, bajo el pretexto de reducir la violencia entre carteles y los fenómenos de corrupción. Parecen olvidar que ya pasó con la legalización del alcohol. Pues quienes se acostumbran a grandes ganancias sin trabajar, migran a otras formas de delito. Del alcohol a la droga y de la droga a la trata de personas. ¿O es que también la irán a legalizar?, con los mismos pretextos, que no es más que una justificación ante su incompetencia y deshonestidad, pues el problema de la corrupción, no está en el delito sino en la conciencia del funcionario.

2.  Se justifican en que otros Estados lo han hecho. Pero no analizan las diferencias y consecuencias.

3.  Pareciera que quisieran acabar con el delito y sus consecuencias, acabando con el Estado de Derecho. “Nada es punible, todo está permitido”, “todo es legal” y así resolvemos los problemas y sus efectos. Esta posición “ingenua”, "¿inocente"? de desestimarlos, nos lleva a situaciones peligrosas de las que difícilmente hay retorno, como sucede con el alcohol, el cual varios países lo padecen como un problema de salud pública.

Quienes así piensan, no han considerado:

  • La destrucción de proyectos de vida.
  • La tragedia familiar.
  • El impacto social por la violencia causada por los adictos
  • Los efectos económicos por “improductividad” de los drogo-dependiente.
  • El costo para el sistema de salud.

El gobierno que así obra, evade responsabilidades y las traslada a la sociedad, a las familias, al sujeto. Pues no actúa como contenedor de un mal, sino que deja la responsabilidad a la ciudadanía. Pasamos del “imperio de la ley” al del “libre albedrío”, posición más propia de la Iglesia, pero  no del Estado, cuya obligación es velar por el bien común. Y un drogado, es un peligro para la sociedad. Se empieza con la marihuana, pero los carteles continuarán ejerciendo el negocio con las demás drogas, y las razones que hay para legalizar la marihuana, serán las mismas para legalizar el resto.

Los defensores de la legalización nos quieren hacer ver que actúan de manera “muy profesional”, pero la realidad es que otros son los intereses y son personales, no sociales.

Que los Estados no resuelvan sus índices de corrupción, no es problema de la droga: J.M. Santos corrompe el Congreso con dineros del Estado, los criminales, aunque no sean narcos, a los jueces, la ciudadanía a los guardas de tránsito cuando infringen la norma, etc. Es en realidad una falta de “controles efectivos”, que vuelven cultura la transgresión, la burla de la ley.

Caminar por la vida con rectitud, escoger el camino del bien, es más difícil e incomodo, pero menos peligroso. Legalizar, convertir en norma-l la droga, justificaría a quienes no incurren en esa adicción por evitar la sanción social. Pero acabar con esta, y facilitar el acceso al consumo, lo incrementaría. ¿Cuántas personas ingerirían alcohol, si lo tuvieran que adquirir en una olla?
 .
El problema de la violencia entre pandillas y carteles, se acaba con un Estado efectivo y este para llegar a serlo, tiene que acabar con la corrupción y para lograrlo, necesita gobernantes honestos y en su defecto, medidas efectivas de control ciudadano. En Colombia por ejemplo, el narcotráfico se ha fortalecido en los gobiernos liberales de López, Turbay y Samper y los abanderados de la despenalización, Gaviria y Samper, son también liberales.. Pero en general, a los gobiernos les ha faltado firmeza para combatir el narcotráfico. Tuvo que intervenir el gobierno de los EEUU, por medio de la des-certificación para que se tomaran medidas al respecto. Algunos por debilidad, otros por desinterés y otros por excesivo interés en que “el negocio”, lejos de acabarse, deje de ser perseguido por la ley. Pero legalizar, es eso… negocio, no una solución al problema social (como sociedad, como familia, como sujeto).

¿Qué tal que la ciencia  hubiese claudicado en la lucha contra la lepra, en sus más de 2.000 años de existencia?, ¿Desistimos entonces en la lucha contra el cáncer y el sida y más bien desde el gobierno, decretamos que es normal?


LAS TRAMPAS DEL LENGUAJE

Ø  Llamar “justicia transicional” a la impunidad.

Ø  Llamar “guerrerista” a los que buscamos justicia.

Ø  Llamar “cultura” al salvaje espectáculo del sadismo, que son las corridas y otras formas de maltrato animal.

Ø  Llamar “nerdos” a la gente responsable.

Ø  Llamar “vivos” a los deshonestos.

Ø  Llamar “democracia” a las dictaduras que engañan a los electores y defraudan las urnas.

Ø  Llamar “justicia” al sistema penal Colombiano, que no penaliza de forma real, sino simbólica,  Con la casa por cárcel y excarcelación para los delitos de menos de 4 años de condena.

Ø  Llamar perdón a una “íntima complicidad” con el perverso, no arrepentido.

Ø  Llamar guerrilla a las Farc, cuando no se trata de un ejército del pueblo que se subleva ante una dictadura, sino un grupo delincuencial, con ambición de poder, como Pablo Escobar, que intenta “someter” la sociedad a sus intereses e imponer “su” dictadura, su concepto de Estado al servicio de “sus intereses”.

Ø  Llamar paz al sometimiento de un pueblo civilizado, no violento y desarmado, ante los criminales por el solo hecho de estar fuertemente armados y obligar a la población a aceptar sus condiciones (pues es difícil creer en la transparencia del referendo, en un gobierno TRAMPOSO) en nombre del “derecho a la paz”; cuando se violan los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas y en lo real,  este negociación no traería paz, al contrario, la violencia recrudece por el incremento de la criminalidad de los desmovilizados.

Más allá de las palabras, esta la realidad que no se deja engañar.








CAPITULO X 

LA INOCENCIA

La forma de escamotear lo ético ante si mismo


Gabriela. Es  joven universitaria, consulta  por angustia ante la muerte. Dentro del proceso  clínico  se presenta  el siguiente sueño que será un anticipo  de lo que sucedería luego.


Sueño 

Venía a cita, usted me esperaba en la casa de  al lado y era su casa. Era un desorden horrible, los techos eran de sábanas. En la pieza de la cita, estaba  la profesora de Psicología de la familia y yo contaba un sueño: “Yo había salido de un lugar y ya no era posible volver  a ese lugar porque ya no cabía en él”.  La profesora decía que ese sueño quería decir: “Que yo no podía volver a ser niña, porque ya  no cabía en el cuerpo de niña”. Usted me decía que la cita iba  a seguir siendo  en  esa casa, me cogía la cara y me decía que rezara tres  Aves Marías para  que se me cumpliera un deseo.

Cuando estaba entrando, saludaba a su  hija  y le  decía: “Ola Natalia”, yo no se si su hija, se llama  Natalia.

Manuel,  mi hermano, entraba conmigo a  consulta pero lo hacia salir cuando iban a interpretar el sueño porque me daba pena que escuchara.

Asociaciones:

-Gladys era una profesora a la que se le notaba la bronca por un compañero. Llegó a decirle: “No te soporto”, él con su respuesta la dejó en ridículo.

-Cogerle la cara: fue el gesto de un señor  al que visite para  que me ayudara  a conseguir empleo, él lee las cartas y reza para que  a uno se le abran posibilidades. Allá me llevó una tía materna.

-La casa sucia: es permiso a lo incorrecto, como los psicólogos del estilo de L. Uno no siempre va a estar en lo correcto. Usted es tan buena psicóloga, tan arreglada, que en su casa no tenía que ser así. No todo podía ser perfecto.

-La casa de la psicóloga: El psicólogo de una compañera, tiene su consultorio en la casa.  Él es muy buen psicólogo, habla  del Tarot, de la reencarnación y del aura. Pero a mi no me gustaría que las citas fueran en su casa.

-Su hija  era bien educada y el que hiciera las tareas en el piso, no tiene nada. Mi hermano en la consulta: yo no quería que escuchara la interpretación.  El me pregunta: “Por qué sigo yendo  a terapia, por qué voy tanto?”. Toda la gente que no va donde el psicólogo piensa eso. La gente cree que es magia y que con pocas citas es suficiente... Son ignorantes.

Bajo sábanas: la sexualidad

T.: Qué es lo que quiere saber de mí?

P.: Lo que piensa de lo que esta bien y que está mal.

Quería que fuera como Gladys; toda una psicóloga y reaccionar así, dejar ver sus emociones, igualarse con él.

Quería ver que los médicos  también se mueren. Que no sea tan perfecta.

NOTA. Cuando inicia consulta, es por miedo a la  muerte. Ella  solía decir, cuando hacia algo incorrecto: “Mi papá me va a matar”.  La muerte era un castigo por haber hecho algo incorrecto.

Interpretación:

Deseaba entrar en la intimidad  de la terapeuta y encontrar que no era tan correcta. Eso sería un permiso para actuar incorrectamente.


«««


 Una semana después llega a consulta y narra la siguiente experiencia:

“Mi tía  me llevó donde  el señor que lee las cartas, fuimos porque allí iban a estar el Secretario de Salud y el rector de una prestigiosa universidad pública. El objetivo era entregarles la hoja de vida. Él me pasó a su oficina porque me iba ha hacer una limpieza de aura. Me pidió que me quitara la blusa y me echó una crema. Me puse nerviosa pero el me decía que todo era  muy profesional.  No se quedó ahí porque el  insistía en señalarme  el punto G.  No podía decirle que no. Él si sabía lo que estaba haciendo. Para que me pareciera normal me decía que él estaba muy contento por toda la confianza que yo le había dado. Trataba de convencerme de que lo que hizo fue muy profesional y no había nada malo.  Él me trataba como si me estuviera manejando. Me trató como una niña. Todo lo que me decía, yo le decía que si era verdad, aunque sabía que no estaba bien; que yo tenía la razón y no me defendí, eso me da rabia. Tengo rabia con él, pero más conmigo.

Gladys  decía: “no cabe en el cuerpo de niña”. Si estuve en el cuerpo de niña,  pero pensaba diferente. Al salir,  traté de engañarme y creer en lo que él decía. Pero yo sé, que no  está bien.  Las tías maternas me quieren hacer ver que no pasó nada. Han sido amigas de él y tienen negocios con él. Por eso no quieren creer. Ahora temo, porque él conoce todas las partes donde mande hojas de vida.

T.: ¿Cómo relaciona esa experiencia con el sueño anterior?

P.: Los tres representan un alivio
1.   Gladys que deja ver su intimidad, me descansa verla  que siendo tan correcta podía hacer eso en clase. Ver que todo no es  tan estricto. Lo correcto no es que un profesor le tenga bronca a un alumno y ella se lo permitía tranquilamente
2.   La terapeuta, en la intimidad de su casa, se permite el desorden.

3.   El señor del Aura: manipula la intimidad. No era correcto en el manejo de las roscas y eso me gustaba.

T.: Darse cuenta que la psicóloga se permitía  a sí misma lo incorrecto, le produce alivio ¿Por qué?

P.: Porque entonces yo puedo ser así (seguir su mal  ejemplo)

T.: ¿Qué asocia con el cuerpo de niña?

P.: Por inocente.  No tienen toda la responsabilidad de lo que hacen. Al niño lo justifica la inocencia de no saber que está bien y qué esta mal.
En el mismo sueño pensaba que ya era hora de tomar decisiones. Decidir qué está bien y qué está mal. Antes de ir sabía que él podía hacer algo así  porque me había bajado el  cierre de la blusa. Pero no pude decir que no.

T.: ¿Por qué? Relaciónelo con el sueño.

P.: En el sueño quería encontrar que en su intimidad no era correcta. Y me gustó encontrar ese desorden.....está bien no  ser  tan estricto.

Interpretación:

Su deseo homosexual dirigido a la analista (“escudriñar su intimidad bajo sabanas” y que esta, le permitiera ver sus emociones), lo realiza con este señor. Ella sabe que no está bien, pero cede ante un deseo “inconfesable”, que en lo real, aparece como “intriga” laboral. Para poderse permitir “lo incorrecto”, se hace la de la “vista gorda”, la inocente, la niña “ingenua”.

En este proceso, no sólo “invierte” su sexualidad, sino la realidad, pues lejos de abrirse puertas laboralmente, las cerró, pues ahora teme, porque él sabe, donde envió hojas de vida y la puede presionar. Pero también “invierte” los valores: “ver como muy profesional y no había nada de malo, en lo que no estaba bien”.


Sueño.

Íbamos en su carro, usted me dejaba por el Éxito de Laureles. Cuando me iba a bajar me decía que me pusiera el cuello ortopédico, yo le decía que no me lo podía poner porque tenía mucho dolor en el cuello

Asociaciones:

* Éxito de Laureles. Comodidad.

* Cuello ortopédico. Nos obliga a caminar  “derecho”;  ir por el buen camino.

Interpretación:

Usted busca lo cómodo – El Éxito-. No quiere caminar derecho – ponerse el cuello ortopédico, le resulta doloroso.

P.: Pero el Éxito de Laureles, también es peligroso por la terminal de buses.

T.: Es que  el camino fácil  - de la comodidad- suele ser peligroso.


***

Un día, trae a consulta, una preocupación: “Mi hermano  está fumando marihuana, ya lo sabía pero no lo quería creer, pero R. me lo confirmó. El le hace caso a mi mamá, pero se muere donde yo se lo diga, aunque lo sospecha.

T.: Hacerse de la vista gorda no resuelve los problemas, los prolonga y ser cómplice los permite.

P.: Es que yo quisiera verlo como en la casa de R. que es normal, incluso la cultivan para su consumo y la mamá le da plata para comprarla.  Él no tiene que hacerlo al escondido porque para ellos es normal.

T.: ¿Con verlo como normal, se acaba el problema?

P.: Puede volverse adicto. Es mejor oír mi conciencia y decirle a mi mamá. Es lo que debo hacer aunque no me guste la idea.

Tengo esa certeza;  antes no lo hubiera podido decidir por la duda entre lo que debo hacer y lo me gustaría hacer.



CONCLUSION:

Una salida para escapar de la conciencia, es  no saber lo que está bien y lo que esta mal.  Al niño lo justifica lo inocencia.  No tiene responsabilidad de lo que hace.

Para ella la  “rectitud”  es una  carga dolorosa (como un cuello ortopédico), porque prefiere  la comodidad,  de hacerse  la  que no ve lo que está  bien y lo que está mal,  de hacerse  la inocente,  legitimando lo malo –como  la droga-  para vivir  tranquila.  Pero esta  posición  es una negación  de la realidad,  que más  temprano  que tarde  le hará  ver,  que no porque legitime  las cosas,  éstas son  menos dañinas,  menos malas

viernes, 14 de junio de 2013



¿INSTINTO ANIMAL?

Quienes piensan que los animales actúan solo por instinto, no los conocen. Ellos, al igual que nosotros, que también somos animales, tienen psiquis (alma) y muchas de sus actuaciones, que uno pensaría son instintivas, en realidad, son aprendidas; tienen personalidades diferentes y quien lo fuera creer…conciencia. Es el caso de Simón, un criollo de temperamento apacible, que en muy pocas ocasiones en sus 10 años, se le ha visto irritado y solo una vez, enfurecido. Fue a causa del ataque que sufrió de parte de un labrador recién recogido. Intente separarlos cogiendo al labrador con la mano y retirar a Simón con la pierna; la misma que el mordió en su ataque de rabia, Los días siguientes, pasó echado en los rincones de cara a la pared en un retraimiento inusual. Al tercer día, estando con mi hija en el comedor, se acercó a ella sin mirarme. Pensé que estaba molesto conmigo por haber traído su agresor a casa. Ella le habló y le dijo que me pidiera disculpas que yo le perdonaría. Entonces se volvió hacía mi y con sus manita me rasco el muslo, mientras me miraba ansiosamente a los ojos. Le dije que: “si lo perdonaba, pero no lo volviera a hacer”. Entonces se bajó, meneo la cola por primera vez en tres días y volvió a su comportamiento habitual. Entonces entendí, que su “aislamiento voluntario”, era una forma de auto castigo y se sentía mal por lo sucedido.

En ellos he descubierto valores, cada vez más escasos en los seres humanos:

Ø  SIMON Y LA SOLIDARIDAD: El criollo del que venimos hablando, es hijo de Milly y uno de los cachorros a los que no se les pudo conseguir hogar. Desde pequeño mostró rasgos de personalidad llamativos, como por ejemplo, su perseverancia para superar obstáculos y conseguir lo que se proponía, pero sobre todo, su solidaridad; pues cuando alguno de los otros perros es aislado en el patio como castigo, él le hace compañía.

Ø  MILLY Y LA RESPONSABILIDAD MATERNA: Esta es una criollita, que recogí pocos días antes del parto. Me llamo la atención que una vez dio a luz, le perdió el gusto a los paseos y se desesperaba por retornar al nido. Pero su sentido de protección se hizo aún más evidente, la noche de invierno que saque a Lupita (la más pequeña de la cría) del nido y me la lleve para acostarla en mi pecho y calentarla con la técnica del canguro que utilizan con los prematuros. Al momento vi a la mamá buscándola por la casa, la llame y le indique el lugar donde la tenía y se acostó tranquila. Al día siguiente en cuanto se enfrío la noche, llego con ella en el hocico y me la deposito en el pecho

Ø  NIÑO Y LA FIDELIDAD: Este era un freish pudle, rescatado de una terraza en la que permanecía a la intemperie. Vivía enamorado de una perrita vecina y hacía todo lo posible por escaparse tras ella cuando la encontrábamos durante el paseo y en sus épocas de celo, le dedicaba largos y sentidos conciertos desde el balcón. Sin embargo, a una labradora que se le ofrecía abiertamente cuando estaba en calor, ni siquiera la miraba. “Los perros, no son tan perros”.

Ø  BAMBY Y LA HOSPITALIDAD: El es un criollo que lejos de ser territorial, es profundamente hospitalario. A todo perrito que ingresa nuevo al hogar, lo acoge, comparte su espacio, le brinda afecto y confianza, hasta cuando se siente en casa.

Ø  JUANA Y LA TOLERANCIA: Esta a diferencia de Bamby, no es acogedora; pero tampoco es agresiva. Aunque algunos le resultan francamente antipáticos, no les hace difícil la adaptación. No se mete con ellos, pero tampoco se deja fastidiar


“LA BESTIA”.

En alguna ocasión, fui a la facultad de Veterinaria de la U. de A. que tenía en ese momento a su cargo el cuidado de los animales abandonados. Vi un criollo con cuello Isabelino y un 40% de su cuerpo cubierto por una costra verde. Pregunte lo que había sucedido y me explicaron  que se había acercado a un lugar de comidas y le habían arrojado algo caliente. Conozco ese dolor y es tan intenso, que el tramal apenas si lo mitiga. Ese día comprendí porque el infierno lo representan con llamas. De imaginar lo que había padecido ese animalito –por varios días, los suficiente para que la herida se infectara-, solo, con hambre, frío, sed, fiebre y dolor, sentí y pensé lo que solo Dios conoce, pero entonces entendí hasta donde puede llegar un ser humano, si libera sus demonios; aún, con JUSTIFICADA RAZON.


Como contrapartida a la bestia que quemo a este animalito, puedo dar testimonio de que la criatura más compasiva y generosa que conozco, entre animales y humanos, es BENJAMIN. Este es un criollo de tamaño mediano, casi como un labrador; que apareció por mi casa aullando de hambre. Le di comida y empezó a buscarla hasta que se quedó en el corredor del jardín. Entonces le puse una colchoneta para que durmiera en las noches y cuando empezó el invierno, una carpa. No lo entraba a la casa porque me parecía muy pequeña para su tamaño. Un día llego con una freish pudle pequeña con el tren trasero lastimado; caminaba con dificultad; seguramente porque perros más grandes intentaron montarla. Bengy a diferencia de ellos, la ayudaba a subir a su colchoneta con el hocico, que aunque bajita, le representaba dificultad. Cuando le sacaba la comida, dejaba que ella comiera primero y le hacía guardia para que otros perros no la molestaran. Ese hecho me conmovió profundamente; él, como la viuda del evangelio, TENIA POCO (una coca de comida y una colchoneta)  PERO LO DABA TODO. Los seres humanos más generosos que conozco, comparten lo que tienen, otros dan lo que les sobra y muchos otros, desafortunadamente, ni eso; y si pueden, le quitan al otro lo que necesita..

Bengy me dio una gran lección, “lo pequeño no era mi casa, sino mi corazón”. Después de varios meses, entró a formar parte del hogar, vivió con nosotros por varios años y ahora que lo he perdido, confieso con profunda pena (como vergüenza y dolor), “que su alma, fue más grande que la mía” y eso no me permitió darle, todo lo que él se merecía de manera oportuna. Esa culpa me acompañara hasta la muerte, pero me permite no caer en el mismo error y tener presente que el bien QUE TENEMOS que hacer, es ahora y no mañana, porque no somos dueños del tiempo y la oportunidad pasa y que, “el bien no es la ausencia del mal, más bien al contrario; el mal, es la ausencia del bien”.


¿QUIENES SON LOS DESALAMADOS?


A través de los siglos, aún a los seres humanos, se les ha tratado con crueldad bajo el principio de que son animales,”porque no tienen alma”:  los negros, los indios, los esclavos. Pero no solo a ellos, a los niños y a las mujeres, simplemente, “al indefenso”. Y se justifican en que no tiene alma, para darle rienda suelta al demonio del sadismo. Y llegan el colmo del cinismo, de llamar “cultura” al espectáculo donde el sufrimiento del indefenso, les produce regocijo: las corridas de toros, los gladiadores, el circo romano, las peleas de gallos, de perros, el coleo, las corralejas, etc. Y lo más grave, es que muchos gobiernos legitiman la barbarie. ¿Dónde está la ética y la moral de estos gobernantes?¿Quiénes SON LOS DESALMADOS?